Mediante una plataforma como smul, las instituciones pueden mejorar cuestiones como la accesibilidad de los datos y potenciar el trabajo en equipo.
Además, está la escalabilidad, que en la nube es cuestión de horas o días, en lugar de semanas o meses. Por otro lado, la velocidad de despliegue y puesta en producción es mucho mayor que con una solución in-house, por lo que la nube es mucho más eficiente.
Tecnología de punta: La nube acerca siempre la última tecnología disponible en el mercado.
La flexibilidad que proporciona la nube, de acceder a los datos desde cualquier lugar, la hace única e indispensable en un entorno moderno.
No nos olvidemos del ahorro de costos (en equipamiento, en especialización del personal, en mantenimiento y en la evolución de la infraestructura).
Por otro lado, contamos con la permanente actualización de la tecnología, tanto nuestra como de terceros, sin que las instituciones se tengan que preocupar por ello.
En el eventual caso de un ataque informático, la capacidad y velocidad de recuperación ante el incidente será superior en el caso de la nube. Sobrados casos de incidentes existen para dar cuenta de esta situación, donde las soluciones de infraestructura interna demoran grandes cantidades de tiempo en regularizar su estado y funcionamiento.
Por último pero no por ello menos importante, está el tema de la sustentabilidad. Mientras millones de centros de cómputo pequeños en las instituciones y empresas consumen muchísima energía, es más eficiente y fácil de “hacer verde” un data center en la nube, donde millones de máquinas virtuales corren utilizando una fracción del consumo, reduciendo así las emisiones de carbono.